martes, 16 de abril de 2013

50º Aniversario de la Ordenación Sacerdotal de Mons. Mykycej fdp



 El  21 de abril se cumple 50 años de la ordenación sacerdotal de Mons. Miguel Mykycej, una ordenación que marcó un hito en la historia de nuestra familia religiosa, ya que fue la primera ordenación en rito oriental en la Congregación.

 Si bien en la Congregación ya había dos religiosos de la Iglesia Armenia, los PP. Chamlian y Dellalian, estos no pudieron ser ordenados bajo el rito oriental, como lo deseaba Don Orione, dada la intervención que entonces vivía la Congregación.

Mons. Miguel Mykycej había sido ordenado diacono en Roma, por la imposición de las manos de Mons. Sapelak sdb y luego ordenado sacerdote por Mons. Joseyph Slipyj, un obispo recientemente liberado de los gulags comunistas de Siberia, donde había sido encarcelado por 18 años. Algunos años después, Mons. Slipyj fue nombrado cardenal y cabeza de la Iglesia Ucraniana católica.

La ordenación se celebro en la capilla del Seminario Menor Ucraniano de Roma, entonces en mano de los salesianos, y conto con la presencia de muchos orionitas, salesianos y miembros de la Iglesia Ucraniana que querían ser testigos de esa “fecha histórica”, en palabras del P. Zambarbieri, entonces Superior General de la Congregación. Un concepto que también se repetía en la homilía de Mons. Slypyj: “este es un momento apostólico e histórico no solo para nuestra Iglesia y para la Congregación de los Orionitas, sino también para la Iglesia Universal”.

Mons. Joseph Slipyj

El significado y la importancia de esta ordenación, se ve también reflejado en la revista “Piccola Opera della Divina Providenza" de la época (edición italiana), la cual le dedica varias páginas a la ordenación, a la homilía del obispo y a la carta de este al P. Zambarbieri.

En su carta, Mons. Slipyj expresaba su felicidad y consideraba una gracia de Don Orione haber ordenado al entonces P. Mykycey, como también auguraba que esta no fuese la única ordenación de un hijo de Ucrania en la obra de Don Orione:

“Fui verdaderamente feliz, y la considero una gracia particular de Don Orione, de haber podido y tenido la fortuna de ordenar al primer sacerdote ucraniano el P. Miguel Mykycej, hijo de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. Anhelamos en el Señor que este primer sacerdote de nuestro pueblo en medio de los hijos de Don Orione sea un precursor de muchas otras vocaciones ucranianas para el trabajo misionero entre la numerosa emigración ucraniana y para el fututo apostolado en el oriente europeo”.[1]


Ordenación Sacerdotal de Mons. Mykycej

Ya nuevamente en Argentina, el entonces P. Mykycej desarrolló su ministerio pastoral en las casas orionitas de Sáenz Peña y Pompeya, pero siempre muy preocupado por la cura pastoral de la comunidad ucraniana, llegando a ser pastor de la misma.

Así como los Padres de la Iglesia veían en los patriarcas del Antiguo Testamento prefigurada la figura de Cristo, así también nosotros podemos ver en la ordenación de Mons. Mykycej prefigurada la presencia de la Congregación en Ucrania, pues antes que la Congregación llegase a Ucrania, ya era ucraniana en uno de sus hijos. 

P. Yuriy Blazhyyevskyy, religioso ucranio orionita


Ojala podamos captar lo que esta ordenación significo en nuestra congregación y dar gracias a Dios por este don. 

Hoy la congregación crece en la Ucrania y ya hay otros hijos de Don Orione ucranianos. En ellos se cumplen aquellas palabras, casi proféticas, de Mons. Slipyj quien anhelaba “muchas otras vocaciones ucranianas para el trabajo misionero entre la numerosa emigración ucraniana y para el fututo apostolado en el Oriente europeo”.



Слава Ісусу Христу!

(Slava Isusu Khrystu!, ¡Alabado sea Jesucristo!)

Mons. Mykycej con el Card. Bergoglio, hoy S.S. Francisco






[1] Carta al P. Zambarbieri. Ciudad del Vaticano, 24 de Abril de 1963. Revista “Don Orione”, Mayo de 1963 (edición italiana).

martes, 2 de abril de 2013

Los curas de las barracas

        Recordando el aniversario del terremoto de Messina, decía Don Orione en diciembre de 1937


27 de diciembre de1937, en la mesa
(Fragmento)

Nosotros en Messina aun somos llamados los “Curas del Terremoto”: nuestra casa y la iglesia son todavía barracas. Entonces dormíamos en colchones de paja... Así que dormía sobre la paja. ¡Qué vida de sacrificios se hacía! Recen para que el Señor nos haga ser pobres...
¡Recuerden! El cura, que quiere hacer el bien y desea que el pueblo corra a su encuentro tiene que volver al colchón de paja. Mientras que los curas no vuelvan al colchón de la paja, el pueblo seguirá siendo indiferente a las predicas de los curas...


Casa donde vivió Don Orione durante su estancia en Messina luego del terremoto
  

28 de diciembre de 1937, en la mesa, durante para la cena.

Hoy es el aniversario del terremoto de Calabria y Sicilia. Aquí no tenemos más alguno que sea supersticioso, pero yo no sabía resignarme a no recordarlo  (Él empieza a hablar con los sacerdotes y dice que habían impreso el diario “Il Telefono” que salía nada menos que de la tipografía de arzobispado... donde se decía “tú que sabes que no eres desconocido - envía a todos al terremoto ", y agrega que él deseaba se publicara de nuevo esa poesía para atraer la ira de Mesineses).
En nuestra Casa de Messina hoy, y el 28 de cada mes, se hace una misa especial por los muertos del terremoto, que no fueron menos que 200 mil, y Pío X concedió copiosas indulgencias, las mismas que se obtienen en las catacumbas de Santa Ciriaca...
Somos los únicos que en Sicilia y Mesina, vivimos todavía en las barracas, en casas de madera, ¡nosotros somos los curas del terremoto, de la barraca!... ¡Sería necesario que volviésemos al colchón de paja si queremos hacer el bien! ¡El cura tiene que volver al colchón de paja!... ¡hasta que nosotros no volvamos al colchón de paja la gente no nos reconocerá! Ahora les parecerán extrañas y absurdas estas palabras, ¡pero luego, más adelante, entenderán!...
Recemos para que el Señor, por derecha y por izquierda, nos haga volver al colchón de paja, ¡no para nosotros sino para la salvación de las almas!... (Palabras pronunciadas con gran fuerza, los comentarios animados...)

Clase de catecismo en la Iglesia de la Consolata (Messina, luego del terremoto)
 
Fuente: La Parola VII, 168-169